El Palacio de don Juan Manuel es el edificio señorial más antiguo de la Villa. La fachada exterior consta de un enorme lienzo de piedra con varios contrafuertes de sillería, con escasos ventanales sencillos y dos puertas de estilo plateresco. Del edificio partían dos antiguas murallas de piedra de yeso que circundaban el pueblo, construidas por el propio don Juan Manuel en 1323.

Debido a la escasez de medios o bien a la insalubridad del lugar, lo cierto es que, a instancias del II Marqués de Villena don Diego López Pacheco, el Papa Alejandro VI concede Bula con facultad para trasladarse a Belmonte, dejando el Marqués su antiguo Palacio (él ya habitaba las dependencias de su castillo) para residencia monacal, y aquí se instalaron el día 8 de junio de 1499 bajo la advocación de Santa Catalina de Sena. Las monjas se instalan en el convento en 1501.